jueves, 14 de noviembre de 2013

AMANECER




Querido amigo e hijo, déjame que te diga primero lo mucho que te admiro. Hasta hace poco no eras capaz de estudiar a diario y ahora te levantas cada mañana –todas las mañanas- para ir a trabajar, a luchar, a dar la vida. Si supieras con qué orgullo te mira el Señor. Quizás cuando sales y coges el coche o el bus todavía es de noche o está amaneciendo. Fíjate bien. La luz va apareciendo tímidamente, como si no tuviera ninguna posibilidad de vencer a la fría y segura noche. Y sin embargo su constancia, su obediencia al Creador, va ensanchando su presencia hasta que se hace evidente: ha comenzado un nuevo día. Una nueva oportunidad. De nuevo, otro día más, el Creador, tu Padre, apuesta por ti, por los hombres, por toda la creación. Y si te fijas bien en tus compañeros de atasco, de metro o de bus, todos, aún debajo de sus rostros cansados, llevan una esperanza en su corazón, quizás por eso está atascado porque todos vais buscando al mismo lugar el misterio que esconde la vida. Mírales comprensivamente. También él tiene un hijo. También esa mujer extranjera tiene esperanza (si no cómo podría arrostrar tantos sacrificios y sufrimientos como vive, lejos de su familia) Mírales y pide por ellos. Por cada uno de ellos. Ellos son tú. Tú eres cada uno de ellos. Y juntos formáis un solo rostro para el Padre del cielo: el rostro de su Hijo Jesús, el trabajador de Galilea. El mismo que le dijo al hombre en los arcanos orígenes: “Trabaja la tierra y hazla dar fruto” hoy te dice lo mismo: “Con esto recibe gloria mi Padre: con que deis mucho fruto”. Sé que tú también lo deseas. Pero no te olvides de que fruto no es lo mismo que éxito, utilidad, eficacia. El fruto es aquello que queda en ti, en los demás, en el mundo cuando vuelves a casa y a través de la ventana puedes ver como el mismo sol que vencía por la mañana regresa como tú a su hogar desangrado pero feliz de haber dado la vida por iluminar un día más el mundo de los hombres. Mañana volverá a vencer, no lo dudes.

4 comentarios:

  1. Me encanta! :)
    Me ha gustado mucho poder pensar que Dios me ve como su Hijo, Jesús.
    Me he sentido muy identíficada con este texto... Nos toca luchar a diario, sufrir por lo que queremos, nos dejamos la piel para perseguir nuestro sueño... y saber que Dios está orgulloso de nosotros, y encima, nos quiere.. Es el mejor regalo que podemos tener. ¿O no?

    ResponderEliminar
  2. "De nuevo, otro día más, el Creador, tu Padre, apuesta por ti, por los hombres, por toda la creación"... Aunque ni nosotros mismos, tantas veces, apostemos por nosotros, Él sigue haciéndolo, día a día...
    Por más que lo piense, no deja de admirarme y conmoverme la fidelidad y la misericordia de nuestro Padre Dios... ¡ qué grande es! “ es justo darte gracias…”

    ResponderEliminar
  3. Qué alegría que os ayude... yo también pienso en ello cada mañana, un abrazo grande, Dios os bendiga

    ResponderEliminar
  4. Qué alegría que os ayude... yo también pienso en ello cada mañana, un abrazo grande, Dios os bendiga

    ResponderEliminar