Me atrevo a transcribir estos consejos de Tony
Morgan por su interés y porque a mí me han ayudado y me he sentido identificado
en algunos aspectos. Que os aprovechen, vienen de un apóstol con mucha
experiencia pastoral.
1.- A veces te sentirás abrumado. ¿Conoces ese
sentimiento, no? Al igual que no se puede hacer de todo, a veces no estás
seguro de por dónde empezar. Esos sentimientos a veces no te dejan ser libre
como líder. Habrá temporadas donde estos sentimientos son más fuertes que
otras, pero si estás haciendo cualquier cosa de valor es normal que de vez en
cuando te sientas abrumado. Estos sentimientos son parte de la vida. Algo que
nunca terminarás de superar.
2.- No siempre sabrás qué hacer. Nunca llegas a un
punto en la vida en que has aprendido todo. Eres mejor en algunas cosas que en otras. La sabiduría y la experiencia tienen sus beneficios, obviamente pero,
independientemente de tu edad - si estás haciendo algo productivo - aprenderás algo todos los días.
3.- Rara vez vas a estar 100% seguro. Siempre
tendrás un elemento de riesgo en tu vida. Siempre te verás obligado a seguir
adelante por la fe. Eso es una buena cosa. Así permaneces con los pies en la
tierra pero los ojos vueltos hacia Dios.
4.- A veces aprendemos sólo por la experiencia. Y
eso es estupendo. Si pones todo tu esfuerzo en algo y no funciona - o no es tan
bueno como pensabas que sería - es fácil sentirse frustrado. Pero, el proceso
te enseñará algo. El valor de la experiencia de aprendizaje es enorme.
5.- Muchas veces te sentirás subestimado. Habrá un
montón de cosas que nadie se dará cuenta de que las has hecho. Las grandes cosas. Parecerá a veces
que nadie se ha dado cuenta o que a nadie le importa. Y eso puede no ser
cierto. Puede que simplemente estás viviendo una vida plena y otros simplemente están a lo suyo. Como todos los
líderes apostólicos encontrarás tu recompensa en el conocimiento y la satisfacción personal
deL trabajo bien hecho más que en el reconocimiento público de ese trabajo.
6.- La gente te está viendo.. Qué haces. Qué dices.
Aún más lo que publicas en los medios sociales. Algunos estarán de acuerdo.
Algunos no.
Algunos estarán de acuerdo sólo para mostrarte su lado
bueno. Decepciónalos y se irán. Dicho todo esto, no te avergüences ante la
gente. Esa nunca es la respuesta correcta. Tan sólo tenles en cuenta. Sé suave
como una paloma y sabio como una serpiente.
7.- Aprende pronto las palabras de un liderazgo apostólico exitoso. En la línea de lo dicho anteriormente las palabras de un líder tienen un gran
peso. No digas "mi" equipo o tu liderazgo no será muy exitoso. El lenguaje de un líder siempre debe ser más inclusivo que exclusivo. Hazte fan de palabras
como "nosotros", "nos" y "nuestro". Cuanto más se
incluyen a las personas más van a sentirse incluidas y será más probable que
sufran contigo y contigo vivan la victoria.
8.- A veces, si creemos en algo lo suficientemente
fuerte tenemos que asumir el riesgo de estar solos. Esa es una dura realidad en
un mundo que trata de forzar a la igualdad. Pero si eres firme a veces solamente tendrás que
estar solo hasta que otros se pongan al día o hasta que comprendan tu idea.
Eso no quiere decir que no debas escuchar a quien te aconseje. Deberías. Debes
tener mentores y estar abierto a la crítica constructiva. Nunca tomes
decisiones importantes sin la aportación de los demás. Pero, no renuncies a lo
que sabes que es correcto - especialmente aquellas cosas que sientes que Dios
te está llamando a hacer – sólo porque no sea popular.
9.- Las grandes cosas se inician con humildes
comienzos. No tengas miedo de empezar desde abajo y trabajar camino hacia la
cima. El premio mayor se siente cuando se construyó de la manera difícil. Nunca
subestimes el poder de un momento.
10.- Tienes que disciplinarte para descomprimir.
Durante la temporada alta de la vida, cuando hay mucho trabajo por hacer, el
tiempo es esencial y por tanto tienes que
disciplinarte. Para descansar. Para
re-calibrar. Para reorientar. Para volver a descubrir la pasión que una vez te
alimentó. Para volver a conectar, si es necesario, con una profunda intimidad
con Dios. Tienes que disciplinarte para eso. Es esencial para la vida. No
descuides tu alma.
Amigos, como terminaban sus sermones los antiguos predicadores así termino este post: "lo cual deseo para ustedes del mismo modo que lo deseo para mí". Dios os bendiga