miércoles, 23 de octubre de 2013

RUTINA

RUTINA

Comienza un nuevo día. Piensa que podrías no haber amanecido. Este día tiene un propósito. Dios te lo regala porque te quiere y también porque cuenta contigo. Ofrécete. Conságrate al Dios Amor, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que te regala la vida, este día. Haz despacio la señal de la Cruz sobre tu cuerpo: mente, corazón y brazos. Eso es lo que pones bajo la protección de su Nombre bendito. Mente para pensar como el Padre, para mirar a los que hoy te encuentres como les mira el Padre, para verte a ti misma como como hija, infinitamente amada también con todas tus miserias y defectos. El corazón para sentir lo que siente Jesús y amar como El lo hace. Los brazos para ser los del Espíritu Santo que con su abrazo abarca a todos, los acoge y los estrecha contra el corazón de Dios. La invocación de su Nombre es como un pequeño exorcismo, una efusión doméstica de su Presencia sobre tu cuerpo que penetra hasta el alma. Mejor aún si lo haces con agua bendita en la puerta, ante de salir, frente a esa imagen tan querida para ti. La puerta que vas a atravesar es la de este nuevo día, detrás de ella el Dios de las sorpresas te espera. Pero tú ya no tienes miedo, ni ansiedad, ni tedio, porque no vas en tu nombre -qué pobre y rutinario sería- sino en el Suyo. Él te espera, te necesita, te bendice y te envía. Eres suya, del Padre -hija amada, su niña- del Hijo -amiga con la que El puede contar- del Espíritu Santo -templo donde le das gloria con tu tarea sencilla hecha con Su amor- Repite despacio esta consagración de ti misma para su gloria por medio del amor y proclama: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Suplica la fe para reconocerle en las circunstancias, en tu interior, a tu lado y por encima de ti.  Recuerdate: "Soy suya, y no de las circunstancias". Empieza el día, un día único, una oportunidad que no volverá, lleno de acciones cuyo amor quedará grabado en la eternidad, en el corazón de tu Dios. El te espera en lo pequeño. "Lo que hacéis hacedlo con toda el alma, como para servir a Dios y no a los hombre. Servid a Cristo Jesús".¡Feliz el criado que cuando vuelve su Señor lo encuentra trabajando así! Os aseguro que le hará sentar y liberado de su carga le servirá El mismo". Acuérdate del cielo. "Como era en el principio (sea) ahora, (como) será siempre, por los siglos de los siglos". No tengas miedo. El estará a tu lado para que cumplas tu misión. "Y ahora, ¡Ve,Yo te envío!"

7 comentarios:

  1. Me ha gustado esta frase: "Suplica la fe para reconocerle en las circunstancias, en tu interior, a tu lado y por encima de ti." Porque a veces creemos que la fe es una conquista propia o algo que viene dado por nuestros méritos personales. Pero sin fe ¿Cómo podemos reconocer a Dios en todo lo que nos rodea? y si Dios se nos pierde... ¿Cómo podemos tener fe?

    Estimado P. Carlos. Ánimo en su aventura bloguera. Que el Señor le bendiga!!!

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  2. Sin duda Néstor...hay q suplicar cada día como el ciego

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  3. Pater, ha sido como si me lo estuvieras diciendo en una de nuestras direcciones espirituales. Gracias por recordarme q cada día es único y q lo q hagamos tiene q servir para el cielo...

    Caro.

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  4. .hija! Q alegria!! Justo en eso pensaba...
    Un abrazo!!!

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  5. Enhorabuena, ya eres un blogger! Buen comentario para empezar. "El Dios de las sorpresas"... el "Dios desconcertante y fiel" de la canción de Ain Karen que acabo de escuchar esta tarde. La verdad es que no hay nada tan apasionante como estar con Él.

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  6. Hermoso. "Soy suyo, y no de las circunstancias"

    Genial idea la de este blog. Estaré atento a él.

    Un abrazo, Carlos.

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  7. Padre Carlos que cosas más bonitas escribes. Le doy gracias a Dios por la obra que hace en ti para bien de los que te rodean. Gracias :)

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